Las Cruzadas provocaron un deseo creativo, mientras que las ideas y formas artísticas del Oriente bizantino y el mundo musulmán fueron traídas de regreso a Europa.
Temas bizantinos u orientales (palmeras, hojas de acanto, animales dentro de medallones) llegaron a Occidente a través de telas, marfiles y manuscritos iluminados, y fueron característicos de la decoración románica.
Formas arquitectónicas sirias, persas y anatómicas, como bóvedas, cúpulas, fachadas flanqueadas por torres, columnas compuestas, ventanas en grupos de dos o tres debajo de un arco de conexión.
La chansons de geste: fue un un poema epico de héroe, y su héroe favorito fue Carlomagno, a quien envió en una expedición triunfante a Constantinopla y Jerusalén. Sus súbditos eran de guerra entre feudos, naciones o religiosos en un ambiente feudal.
En los manuscritos de los himnos de Alfonso X de Castilla, vemos músicos con vestidos árabes tocando instrumentos árabes y la intriga de muchas canciones es árabe, ya sea influenciada por los árabes de España o por formas musicales. traído por los cruzados que volvieron del este. Los trovadores aparecieron alrededor de 1100, la época de los primeros cruzados. Instrumentos como el rabel y el laúd de origen árabe fueron muestras exquisitas de la obra de metal, marfil y madera del arte islámico medieval.
El arte de la cerámica vuelve a madurar sobre los cimientos de la cerámica industrial con el regreso de los cruzados.
El arte del vidrio regresó a Venecia desde Egipto y Bizancio.
Geoffroi de Villehardouin escribió su Conquista de Constantinopla en 1207 en francés, que por su claridad se considera una obra de hostoriografía clásica, aunque no es imparcial, en la que habla de la Cuarta Cruzada.
Jean, Sire de Joinville sirvió a Luis IX de Francia en la cruzada y escribió Le Histoire de St. Louis en 1309 en el que relata los hechos y las acciones de las personas que participan en ella.
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