Todo comienza en el año 1095 el papa Urbano II convocó al concilio de Clermort para pedirle a los reyes y a los nobles de Europa que se organizara una expedición para liberar los “Santos Lugares” de la religión cristiana del dominio musulmán, y con el uso de la frase “Dios los quiere” cientos de personas obedecerían al mandato de parte de la Iglesia... de esta manera comenzó uno de los periodos más sangrientos de la época medieval. En el proceso de liberar los lugares “Santos” empezaron a considerar diferentes opciones por la derrota del Imperio Bizantino en la batalla de Mantzikert, esta batalla significó la ocupación turca de la península de Anatolia. Los peregrinos fueron atacados y asesinados por los turcos. Con el paso del tiempo Alejandro Comneno escribió una carta al papa Urbano II, en la cual le pedía ayuda militar ha cambio de dinero les defenderían las fronteras del imperio Bizantino. De esta manera La Iglesia Católica encontró una oportunidad para tener influencia en Bizancio y poder causar la unión de las dos Iglesias bajo el dominio de Roma y repartir paz y unirse contra un enemigo común y esos eran los musulmanes. Más adelante muchos nobles vendieron sus tierras a la Iglesia para cubrir gastos de armas y equipo para la expedición. Sucedió la organización de los ejércitos pero los reyes y nobles no participaron ya que tenían miedo de perder sus reinos. La iglesia prometió que al participar en la expedición sus pecados serían perdonados pero muchos nobles notaron oportunidad de realizar cualquier tipo de acciones sin tener ir al infierno o tener que afrontar sus consecuencias.
La fecha de partida se decidió para el 15 de agosto 1096. Al fin al cabo, fueron al rededor de cien mil personas de Europa y más adelante en junio del año 1097 pudieron reunirse en Nicea, unos sesenta y cinco mil caballeros. Sin embargo, tenían que poner en movimiento a todo el ejército y luego, marchar hasta Jerusalén. También la organización de tal movilización de no solo personas también animales era bastante compleja, todos necesitaban una cantidad de comida requerida por su propia salud y poder seguir adelante con su misión de manera saludable. Se encontraron en Antioquia la cual fue un momento de reflexión en la expedición. Se encontraron a Los Tafurs, un grupo de cristianos que se unieron al grupo del príncipe Bohemundo. Estos Tafurs estaban mal armados y sus costumbres diarias eran bastantes primitivas e antiguas y diferentes a lo que acostumbraban los demás. Este grupo se hizo relevante por su canibalismo.
Al dejar atarás Antioquía el destino aún era Jerusalén, ciudad para cristianos, judíos y musulmanes. Pero a los cristianos les daba igual, estaban dispuestos a liberar a la ciudad a cualquier precio y el 15 de Julio de 1099 los cristianos cometieron una de las mayores matanzas de la historia, que creó un odio religioso. Se derramó tanta sangre que los cadáveres flotaban en ella. Cuando no habían más musulmanes que matar, los jefes del ejército se dirigieron a la Iglesia para la ceremonia de acción de gracias. Cerca de 40.000 personas fueron asesinadas. Todo esto en nombre de Dios y una fe.
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